Continuamos siendo imperfectos, peligrosos y terribles, y también maravillosos y fantásticos. Pero estamos aprendiendo a cambiar. No quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme.
Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarlinda entrada :) .. me gusto tu blog te sigo
ResponderEliminarpasa x el mio si kieres http://vitaminizate.blogspot.com/